Ninguno de estos sentidos es necesario ni todos han existido siempre. Algunos han estado, a veces, entre ellos interrelacionados; a veces han conocido desarrollo autónomo. En verdad el espacio del teatro, como "problema", no parece sosegarse en definiciones y limitaciones teóricas fuera de las realidades históricas, las civilizaciones y culturas en que se ha concretado y actuado.
El espacio del teatro, en nuestra cultura, no es un dato primario sino la resultante de interacciones que se mueven entre los dos polos de la figuración y el ambiente. Se le piensa, en primera definición, como el soporte visual de un texto o mejor de una acción actuada y/o contada: es la proyección física y/o figurativa, material y/o ilusionística, del espacio en que se coloca la ficción de la acción dramática, el lugar concreto y metafórico de los personajes. En segunda definición se le piensa como el espacio de los actores, calificado por su estar separado o de cualquier modo extra cotidiano y no del tener lugar de la representación, reservado a los actores y no pertinente para los espectadores (las candilejas han sido un símbolo de ello). Y en tercera instancia es el espacio destinado a los espectáculos, totalidad de sala y escena (y también de los espacios conexos de servicio y aún de los valores urbanísticos del edificio). En el conjunto de estos sentidos el espacio teatral es comprendido entre los modos expresivos de la visión-figuración y los del volumen-ambiente.
El espacio no es sólo una calidad de la realidad física sino más bien una estructura histórica de la experiencia; el espacio artificial del teatro es una convención cultural que se vuelve elemento activo de la expresión artística, tanto en su construir visión, como en su determinarse como ambiente: un lugar de las posibilidades expresivas.
Una primera manera de conocer el espacio del teatro es pensar en el teatro y en sus espacios, su determinación particular es las culturas y civilizaciones, empezando por la cultura teatral contemporánea que, con fatiga y ambigüedades no resueltas, es heredera del teatro del siglo XX.
El espacio del teatro en el novecientos conoce y utiliza teatros que existieron en la historia e introyecta su relatividad; no tiene convenciones culturales fijadas en estatutos de representación (una idea de teatro fundamentalmente particular) y experimenta con "espacios teatrales" muy diferentes, como lugar, como imaginario y como espacio del actuar. [...] La escena asume muchas formas hasta aquella en que deja de ser escenario.
El espacio teatral en el novecientos, ya no es un monumento sino un lugar funcional a la representación y el espacio interno es definido cada vez (tendencialmente) por los modos representativos; el espacio de la acción dramática no pertenece ya a una tipología por actualizar e individualizar, ya no es un dato autónomo en qué colocar el drama, sino que es también creado cada vez. El novecientos ha pensado el Totalheater de Walter Gropius (la sala equipada, disponible para varios usos y modificaciones de espacio, ya en sí significante antes de ser determinada por el espectaculo), tanto la sala polivalente de Le Corbusier (una sala vacía, desnuda y disponible, carente de sentido antes de ser creada por el espectáculo); ha utilizado espacios diferentes de "teatro", al descubierto y cerrado; y ha continuado al utilizar, deformando sus valores, la sala a la italiana, el teatro para el repertorio del Teatro.
FRAGMENTO TOMADO DEL LIBRO ARQUITECTURA TEATRAL
DEL AUTOR FABRIZIO CRUZIANI
Me ayudó mucho para mi examen, ojalá quede en la facultad de teatro de la U.V. =)
ResponderEliminarme encanto pude completar 200 preguntas y la ultima era esa de educacion artistica
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